Estar en la picota

Seguro que en numerosas ocasiones habeis escuchado esta expresión y sabeis que significa estar o ponerse en evidencia. Lo que no es tan seguro es que sepais que es una picota. Seguro que todos pensais en esa frutita redondita, colorada y estival...pero no. No tiene ningún sentido estar en una picota de esas. Una picota es una columna de piedra más o menos ornamentada sobre la que se exponían los reos y las cabezas o cuerpos de los ajusticiados por la autoridad civil. La mayor parte de las picotas fueron construidas durante los siglos XVI y XVII debido a las exenciones otorgadas a los lugares que hicieron aportaciones económicas a la Corona para sobrellevar los cuantiosos gastos de las frecuentes guerras de este período de nuestra historia. Aunque se suele llamar picota a todas las columnas de este tipo, algunas de ellas son de más categoría y se las denomina rollos. Éstos sólo se levantaban en villas e indicaban el régimen al que estaba sometida: señorío real, concejil, eclesiástico o monástico.
Y aquí os presento el que es, sin duda, el mejor rollo de todo nuestro país. Y...no lo digo yo, sino el título de monumento histórico-artístico de interés nacional que posee. Y esta picota, que en comparación con el resto de existentes es de enorme tamaño, se encuentra en un pequeñísimo pueblo de Guadalajara que, sin duda, en alguna época tuvo que tener su esplendor dada la presencia del monumento. Ese pueblo es mi pueblo, Fuentenovilla. Espero que os guste nuestra picota y que hayais aprendido un poquito más de nuestro patrimonio.